Desde el año 2004 se inicio un proceso deacreditación de la calidad de la educación superior, la Comisión Nacionalde Acreditación de Pregrado (CNAP) ha sido la responsable de este proceso.Mediante la Ley20.129 de 2006 se estableció un Sistema Nacional de Aseguramiento de la Calidad a cargo de la Comisión Nacionalde Acreditación (CNA- Chile).
Es así como en los últimos años se han desarrolladotanto los procesos de Aseguramiento de la Calidad (AC) y la acreditación de la Educación Superioren Chile, el verdadero impacto se ha suscitado a la hora de la evaluación enincorporación de sistemas internacionales y como estos pueden lograr a muycorto tiempo los objetivos planteados.
La Acreditación en Chileno ha estado ajena al debate con respecto a las potencialidades y limitacionesque estas pueden traer consigo dentro de las diferentes instancias académicas,profesionales y gubernamentales, además no ha estado exenta a tensionespolíticas, en cuanto a que función debe cumplir el Estado dentro de la Educación Superior.
Se muestran las diferentes perspectivas con respectoal aseguramiento de calidad y la acreditación y como estas influyen en lacalidad y la gestión educativa, la acreditación para unos regula la ofertaeducativa, para otros es un motor de mejoramiento mientras otro segmento deopinión cree que debe limitarse a la entrega de información. Por una parte sepresenta al aseguramiento de calidad como un conjunto de políticas,procedimientos, normas y practicas destinadas a la mantención y promoción deestándares de calidad, mientras tanto ala acreditación se le designa como aquella que privilegia procedimientos deevaluación permanentes, tanto internos como externos cumpliendo con ciertoscriterios de calidad.
Se indica que el Sistema Chileno de Aseguramiento deCalidad y Acreditación están en pleno proceso de ajustes y cambios, por lo quesus impactos están por verse, ya que, aún no se consolidan los roles asignados.Estas políticas de aseguramiento de calidad se han extendido rápidamente enChile y en el contexto Internacional, identificando sus impactos y resultados,pero aún hay dificultades de tipo metodológico y conceptual.
No existe una claridad y un acuerdo en cuanto alconcepto de calidad dentro del aseguramiento de calidad, pues es interpretadosegún el contexto y perspectiva desde la cuál se observa, más aún la ley deacreditación en Chile no contempla una definición precisa de calidad.
Otra característica que se presenta es el sesgopolítico, que influye en el diseño de la implementación del aseguramiento de lacalidad y los procedimientos de la acreditación, lo que no supone ecuanimidad,en donde existen intereses creados, presiones, falta de objetividad a la horade evaluar. Tanto quienes desean mejorar el sistema mediante la transparenciade los procesos y los resultados y quienes solo necesitan una certificaciónpública para competir dentro del mercado educativo hacen que el contextopolítico enrede aún más el panorama hacia la mejora continua de la educaciónsuperior.
Es importante destacar que los procesos internos yexternos del aseguramiento de la calidad ayudan en el fortalecimiento de lacalidad de la educación superior, mediante la mejora permanente de losprocesos, lo que debiese traer como resultado final una mejora en la calidad delos servicios, la cuál es evaluada y supervisada por una agencia de paresevaluadores. La relación que existe con esta agencia se puede resumir endistintos estudios que nos indican que las instituciones ajustan losrequerimientos dependiendo de lo que se le solicita, este acomodamiento por asídecirlo, demuestra la fragilidad del sistema en que cada institución superiorresponde de diversas maneras, ya sea ajustándose a las exigencias, resistiéndosea la intervención por sentirla ajena al ámbito educativo o estableciendocriterios de colaboración para el mejoramiento significativo de la institucióneducacional.
Con respecto a los propósitos de la acreditación y elaseguramiento de la calidad dependerían o variaran según el contexto y lasinstituciones que participan, hoy en día la calidad se ha convertido en unatendencia hacia el mejoramiento de la educación superior, dejando de estar alservicio de una elite y gestionando mejor los recursos para lograr la calidaddeseada.
En Chile se ha prestado más importancia al fomento dela calidad, el control, la acreditación y la información pública. Estosfactores han sido estudiados y analizados dentro de un debate internacional, endonde existe un cierto criterio en el mejoramiento y accountabilityestrechamente relacionados.
En cuanto al sistema Chileno ha buscado un equilibrio,enfatizando el control de los procesos y el mejoramiento continuo, en donde lasinstituciones superiores puedan garantizar un nivel acorde a las exigencias yel marco institucional declarado, mejorando la calidad y autorregulación con uncriterio responsable que refleje la identidad institucional, diferenciándose deaquellas que ven en esta instancia solo una oportunidad de competir en elmercado educativo.
Con la acreditación también se ha tenido quegarantizar mediante criterios mínimos la evaluación, esto por las grandesdiferencias que existentes ente las instituciones con una tradición y aquellasque se han incorporado al sistema sintener muchas veces niveles mínimos de calidad.
Se plantean tres tipos de análisis sobre el Impactodel aseguramiento de la calidad, una aproximación teórica o de opinión quetienden a predecir los efectos de la evaluación y acreditación y aquellos quese basan en las percepciones y en la recolección de datos.
Uno de los impactos que más se repiten en Chile tieneque ver con los cambios al interior de las instituciones en orden a crear unplan de desarrollo, donde cada unos de los integrantes de la institución desdesus responsabilidades debe asumir que el concepto de calidad se debe hacerefectivo.
Este cambio educativo debe ir ajustándose a losrequerimientos curriculares y en la mejora de la enseñanza aprendizaje, lo cuáldebe ser estudiado, pues se han orientado las investigaciones al cambioorganizacional y a la percepción de los actores institucionales.
Por último una tarea pendiente es encontrar unametodología que permita identificar si los cambios realizados por medio de laevaluación externa han tenido efectos en la mejora de la enseñanza, en lautilización correcta de los recursos y en el cambio organizacional con elobjetivo fundamental de seguir realizando mejoras en el tiempo.
Algunas preguntas a considerar:
Si como se dice en el documento no existe una definición precisa de calidad en la ley Chilena ¿Qué es y con que parámetros se evalúa finalmente?
Si todas las instituciones de educación superior son tan diferentes unas de otras ¿Que se acredita en realidad?
Con el aseguramiento de la calidad y en especial con la acreditación institucional ¿Se realizan después de ser evaluadas en las instituciones el mejoramiento continuo y por ende la mejora en la calidad de la enseñanza?
jueves, 24 de marzo de 2011
Hola......
Hola soy de Chile, donde el presidente habla puras weas, el clima se manda solo, los terremotos se llaman temblores aunque sean grado 15 y hay marepotos, Facebook y Twitter están más actualizados que la Onemi, la mayoría de los chilenos de clase alta ganan sueldos "reguleques", el medio de transporte vale callampa & sube el pasaje cad.a 3 días. ni hablar de los dirigentes del fútbol
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La voz de los '80;La década que debió rearmar la música popular chilena
La voz de los '80
La década que debió rearmar la música popular chilena
Recordamos los lugares (Trolley, Garage de Matucana), las modas (negro y gel) y las voces que sostuvieron al pop/rock chileno de los años 80. Pero solemos olvidar que su esencia respondió a una gesta casi heroica: sostener un movimiento creativo cuando todas las condiciones estaban en contra, y la profesionalización debió partir de cero.
Por Marisol García
Los Prisioneros.
Ha sido una tendencia reciente comenzar a hablar de la música chilena de los años '80 con cierta consideración. Durante años, el recuerdo del llamado "boom pop" de esa época se enarboló con sorna y algo así como vergüenza ajena. Era una ingenuidad, se pensaba, pretender ser estrella de rock bajo una dictadura aficionada a prácticas tan poco amables como el toque de queda o la intoxicación intelectual veraniega de un país completo a través del inofensivo y brillante Festival de Viña. Más que a la composición, fue un tiempo en el que se "jugó a la música", creen algunos.
El tiempo es, casi siempre, el mejor juez, y hoy la música chilena de los 80 goza de un renovado respeto. Ha sido indispensable separar la paja del trigo, por supuesto, pero en la conciencia masiva existe una diferenciación clara entre lo pasajero y lo trascendente; lo risible y aquello digno de análisis. Porque si bien la música chilena de los años '80 fue Cinema, Engrupo, Q.E.P. y otra serie de bandas olvidables, también sostuvo el desarrollo del grupo rock más arriesgado y vendedor de nuestra historia, Los Prisioneros; además de un movimiento de pop cuyos principales gestores se mantienen hasta hoy activos en la creación. Desde la vereda de la opinión, el Canto Nuevo pretendió relevar la posta que tan dolorosamente había cortado el golpe de Estado en el flujo de la Nueva Canción Chilena.
Pendiente como nunca antes de las modas extranjeras, administrador de una información precaria y parcial, aliado sólo en apariencia a los medios de comunicación, el pop/rock de los 80 en Chile fue lo que pudo ser en un contexto que obligaba a iniciar todo desde cero, y en el que los profesionales debieron ir improvisándose como tales sobre la marcha. Su valor es hoy marca comprobable en al menos una docena de estupendos discos, pero también en la solidez de un movimiento musical que ha podido contar con la referencia fundamental de quienes lograron ser músicos cuando aquello era un disparate. Los 80 son una estética reconocible, pero también un espíritu rara vez reconocido.
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La década que debió rearmar la música popular chilena
Recordamos los lugares (Trolley, Garage de Matucana), las modas (negro y gel) y las voces que sostuvieron al pop/rock chileno de los años 80. Pero solemos olvidar que su esencia respondió a una gesta casi heroica: sostener un movimiento creativo cuando todas las condiciones estaban en contra, y la profesionalización debió partir de cero.
Por Marisol García
Los Prisioneros.
Ha sido una tendencia reciente comenzar a hablar de la música chilena de los años '80 con cierta consideración. Durante años, el recuerdo del llamado "boom pop" de esa época se enarboló con sorna y algo así como vergüenza ajena. Era una ingenuidad, se pensaba, pretender ser estrella de rock bajo una dictadura aficionada a prácticas tan poco amables como el toque de queda o la intoxicación intelectual veraniega de un país completo a través del inofensivo y brillante Festival de Viña. Más que a la composición, fue un tiempo en el que se "jugó a la música", creen algunos.
El tiempo es, casi siempre, el mejor juez, y hoy la música chilena de los 80 goza de un renovado respeto. Ha sido indispensable separar la paja del trigo, por supuesto, pero en la conciencia masiva existe una diferenciación clara entre lo pasajero y lo trascendente; lo risible y aquello digno de análisis. Porque si bien la música chilena de los años '80 fue Cinema, Engrupo, Q.E.P. y otra serie de bandas olvidables, también sostuvo el desarrollo del grupo rock más arriesgado y vendedor de nuestra historia, Los Prisioneros; además de un movimiento de pop cuyos principales gestores se mantienen hasta hoy activos en la creación. Desde la vereda de la opinión, el Canto Nuevo pretendió relevar la posta que tan dolorosamente había cortado el golpe de Estado en el flujo de la Nueva Canción Chilena.
Pendiente como nunca antes de las modas extranjeras, administrador de una información precaria y parcial, aliado sólo en apariencia a los medios de comunicación, el pop/rock de los 80 en Chile fue lo que pudo ser en un contexto que obligaba a iniciar todo desde cero, y en el que los profesionales debieron ir improvisándose como tales sobre la marcha. Su valor es hoy marca comprobable en al menos una docena de estupendos discos, pero también en la solidez de un movimiento musical que ha podido contar con la referencia fundamental de quienes lograron ser músicos cuando aquello era un disparate. Los 80 son una estética reconocible, pero también un espíritu rara vez reconocido.
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Exclusivo: Viaje al fondo de la biblioteca de Pinochet
Exclusivo: Viaje al fondo de la biblioteca de Pinochet
Por: Cristóbal Peña
"Entre los 55 mil libros que Pinochet atesoró en forma compulsiva y adquirió a punta de regateos y con fondos fiscales se encuentra parte de la biblioteca privada de José Manuel Balmaceda, una carta original de Bernardo O’Higgins y una particular edición sobre Manuel Rodríguez con timbre de la biblioteca del Instituto Nacional. CIPER se introdujo en los pasillos y testimonios de una faceta fascinante y jamás contada del ex dictador. Los peritos a los que el juez Carlos Cerda les ordenó determinar el valor monetario y patrimonial de su biblioteca debieron pasar 194 horas en terreno y otras 200 dedicadas a pesquisas para llegar a cuantificar su valor: US$ 2.840.000. Y eso que aún quedan cosas por descubrir".
Aquí el enlace a la noticia completa
http://ciperchile.cl/2007/12/06/exclusivo-viaje-al-fondo-de-la-biblioteca-de-pinochet/
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Por: Cristóbal Peña
"Entre los 55 mil libros que Pinochet atesoró en forma compulsiva y adquirió a punta de regateos y con fondos fiscales se encuentra parte de la biblioteca privada de José Manuel Balmaceda, una carta original de Bernardo O’Higgins y una particular edición sobre Manuel Rodríguez con timbre de la biblioteca del Instituto Nacional. CIPER se introdujo en los pasillos y testimonios de una faceta fascinante y jamás contada del ex dictador. Los peritos a los que el juez Carlos Cerda les ordenó determinar el valor monetario y patrimonial de su biblioteca debieron pasar 194 horas en terreno y otras 200 dedicadas a pesquisas para llegar a cuantificar su valor: US$ 2.840.000. Y eso que aún quedan cosas por descubrir".
Aquí el enlace a la noticia completa
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